The five-thousand-acre slave plantation, Monticello, was designed by Thomas Jefferson, the third president of the United States and the only president trained as an architect. It was built with the forced labor of enslaved persons. The plantation house was based on plans drawn by Andrea Palladio, an Italian Renaissance architect who designed villas that separated laboring quarters from residential quarters. Palladio’s plans were determined with perspectival devices so that the spatial relationships defined in fact obfuscate the master’s view of workers and services, and emphasize pastoral vistas of forests and fields typically arranged in a harmonious relationship with the main dwelling. Jefferson owned six hundred enslaved persons in his lifetime: Monticello housed up to four hundred. Yet a visitor to Monticello saw few enslaved persons but for butlers, maids, and servers, since the vistas from the portico were oriented to overlook the slave quarters and fields.
La plantación de esclavos de cinco mil acres, Monticello, fue diseñada por Thomas Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos y el único presidente formado como arquitecto. Se construyó con el trabajo forzado de personas esclavizadas. La casa de la plantación se basó en planos de Andrea Palladio, un arquitecto italiano del Renacimiento que diseñó villas que separaban las zonas de trabajo de las residenciales. Los planos de Palladio estaban determinados con dispositivos de perspectiva, de modo que las relaciones espaciales definidas de hecho ofuscan la visión del amo sobre los trabajadores y los servicios, y enfatizan las vistas pastorales de los bosques y los campos, típicamente dispuestas en una relación armoniosa con la vivienda principal. Jefferson fue propietario de seiscientas personas esclavizadas durante su vida: Monticello albergó hasta cuatrocientas. Sin embargo, los visitantes de Monticello no veían más esclavos que los mayordomos, las doncellas y los sirvientes, ya que las vistas desde el pórtico estaban orientadas a ocultar las dependencias de los esclavos y a los campos.
The house slaves were lodged in windowless bunkers with brick or earthen floors that were carved into the sides of the building, which they passed through using hidden corridors. Even Sally Hemings, the enslaved person by whom Jefferson had six children, lived in one such windowless bunker in the South Wing. For years, a public bathroom for visitors to Monticello was erected over the of the slave quarters. Preservationists have only recently revealed this sequestered space as it was, the poverty of which may explain why it was erased by earlier preservationists. Jefferson’s efforts to disguise the slave quarters and facilities at Monticello is further evident in Mulberry Row, a series of buildings where more slave lodgings, workhouses, and housing for nonenslaved workers had been established. Archaeological work is still ongoing there, but Southern slave quarters typical to the same era were small, single-room shacks that housed multiple persons, not unlike the six-by-nine-foot jail cells that today house two persons. Surveillance and circumscription of the enslaved body was consistent throughout the slave plantation house and fields, as it is today in the design of cities and prisons.
Los esclavos de la casa se alojaban en búnkeres sin ventanas y con suelos de ladrillo o tierra tallados en los laterales del edificio, por los que pasaban a través de pasillos ocultos. Incluso Sally Hemings, la esclava con la que Jefferson tuvo seis hijos, vivió en uno de estos búnkeres sin ventanas en el Ala Sur. Durante años, se erigió un baño público para los visitantes de Monticello sobre las dependencias de los esclavos. Los restauradores sólo han revelado recientemente este espacio secuestrado tal y como era, cuya pobreza puede explicar por qué fue borrado por los anteriores técnicos. Los esfuerzos de Jefferson por disimular los alojamientos e instalaciones de los esclavos en Monticello son aún más evidentes en Mulberry Row, una serie de edificios donde se habían establecido más alojamientos para esclavos, casas de trabajo y viviendas para trabajadores no esclavos. Todavía se están realizando trabajos arqueológicos en ese lugar, pero los alojamientos para esclavos del Sur, típicos de la misma época, eran pequeñas chozas de una sola habitación que albergaban a varias personas, no muy diferentes de las celdas de la cárcel de seis por nueve pies que hoy albergan a dos personas. La vigilancia y la circunscripción del cuerpo del esclavo eran constantes en la casa de la plantación de esclavos y en los campos, como lo son hoy en el diseño de las ciudades y las prisiones.
Text from “Cultural Translations and Tropes of African American Space”, Scott Ruff, page 94. Published in “In Search of African American Space”, Lars Müller Publishers, 2020.
VIA:
Massachusetts Historical Society
“In Search of African American Space”, Lars Müller Publishers, 2020.