This article was part, as well as Hidden Architecture’s editorial project, of the Urbanbat 2022 No Future festival, held in Bilbao, Spain, in November 2022. It was subsequently published in the book “Del No Futuro a las Arquitecturas para Otros Mundos Posibles“, edited by Urbanbat.

Este artículo formó parte, así como el proyecto editorial de Hidden Architecture, del festival Urbanbat 2022 No Future, celebrado en Bilbao, España, en el mes de noviembre de 2022. Posteriormente fue publicado en el libro “Del No Futuro a las Arquitecturas para Otros Mundos Posibles“, editado por Urbanbat.

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October is coming to an end and the days are noticeably shorter. The mild temperatures, some days even warm, have been prolonged beyond what custom would dictate as reasonable. In an admirable act of resistance, the summer has already taken up the first part of autumn with hardly any let-up in its time-conquering efforts. Yesterday, however, the sky threw down precipitation throughout the afternoon that cleared the air of a light but bitter dust that, suspended in the void, had already become a regular companion. Today the dawn was fresh and a deep smell of wet earth pervaded the air. Already stripped of its annoying veil of particles, the sky glows a deep indigo as the sun, in its daily ascent, begins to warm up somewhat timidly.

El mes de octubre llega a su fin y los días son notablemente más cortos. Las temperaturas suaves, algunos días incluso cálidas, se han prolongado más allá de lo que la costumbre dictaría como razonable. En un acto de resistencia admirable, el estío ha ocupado ya la primera parte del otoño sin apenas ceder en su empeño conquistador del tiempo. Ayer, sin embargo, el cielo arrojó durante toda la tarde unas precipitaciones que limpiaron el aire de un polvo ligero pero amargo que, suspendido en el vacío, se había convertido ya en un compañero habitual. Hoy el amanecer fue fresco y un profundo olor a tierra mojada lo inunda todo. Despojado ya de su molesto velo de partículas, el cielo brilla con un añil intenso mientras el sol, en su ascenso diario, comienza a calentar con cierta timidez.

Having left behind the asphalted streets of a generic open-block development – mostly unsuccessful attempts to build a garden city – we now walk down a narrow alley whose unpaved pavement is gravel and pebbles. If throughout the city thus recognised we have struggled along, dodging vehicles parked in every nook and cranny, it is now two brick walls that flank us, defining a very clear boundary between public and private space. The thirst accumulated by the earth over the weeks has prevented the formation of puddles; a slightly wetter and more compact surface is barely perceptible. From the top of the wall to our right, plastered in a cracked white, which already reveals the irregular layout of bricks that make it up, we can see some bougainvillea bushes that, out of season, show their naked flowers with melancholy.

Habiendo dejado atrás las calles asfaltadas de una urbanización genérica de bloque abierto – anhelos casi siempre fracasados de construir una ciudad jardín – caminamos ahora por un estrecho callejón cuyo pavimento sin asfaltar es de grava y guijarros. Si a lo largo de la ciudad así reconocida hemos avanzado con dificultad, esquivando vehículos estacionados en cualquier rincón, son ahora dos tapias de ladrillo las que nos flanquean, definiendo unos límites muy claros entre el espacio público y el privado. La sed acumulada por la tierra durante semanas ha evitado la formación de charcos; apenas se percibe un firme ligeramente más húmedo y compacto. Desde lo alto de la tapia a nuestra derecha, enlucida de un blanco agrietado, que ya deja adivinar el trazado irregular de ladrillos que la componen, se asoman unas matas de buganvillas que lucen, fuera de temporada, su desnudez de flores con melancolía.

Iberian Peninsula with the different Cañadas Reales. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Madrid territory and its different landscape units. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Madrid urban area. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Cañada Real settlement, Madrid. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Cañada Real urban growth. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Cañada Real, Sector V. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Cañada Real Sector V different urban units. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014
Cañada Real, Sector V. Drawing by Héctor Rivera Bajo, 2014

In the central street of the settlement, perpendicular to the alley that gave us access and the main axis of communication, the sporadic passing of vehicles has left mud grooves, now somewhat hardened, on the ground. There are no pavements, and the encounter between the walls of the houses and the ground is often resolved without the transition of a plinth. Clumps of wild flowers and grasses grow where foot traffic is less frequent. The urban fabric of this sector is dense. The street is physically clearly defined by the uninterrupted succession of walls and houses on both sides. In most cases, large, almost always open gates give access to inner courtyards or gardens with fruit trees, private spaces that are nevertheless visually incorporated, although sometimes also generating urban activities and events, into the public space. Walking in a southerly direction, we notice that the slope of the land increases slightly. A middle-aged woman walks steadily forward, holding her two young daughters by the hand. Behind her, a bunch of leeks peeps out from the cloth bag in which she is carrying her fresh groceries. Today is Saturday, and some of the youngest lambs, around whose meat tomorrow’s celebrations will orbit, have been slaughtered at dawn in different houses in the area. A light breeze is captured, at this moment, by the ripple of the kerchief that covers the mother’s hair. A smell of freshly exhausted embers and burnt hair hangs in the air, making me feel a little uneasy. Along with the humidity of the ground, however, it brings back memories of a childhood long gone.

En la calle central del asentamiento, perpendicular al callejón que nos brindó acceso y eje principal de comunicación, el paso esporádico de algún vehículo ha dibujado surcos de barro, ahora ya algo endurecido, en el suelo. No hay aceras, y el encuentro entre los muros de las casas y el terreno se resuelve en muchos casos sin la transición de un zócalo. Grupos de flores silvestres y yerbajos crecen allí donde el tránsito de personas es menos frecuente. El tejido urbano de este sector es denso. La calle está físicamente definida con claridad por la sucesión ininterrumpida de muros y viviendas a ambos lados. En la mayor parte de los casos, grandes portones casi siempre abiertos dan acceso a patios interiores o jardines con árboles frutales, espacios privados que sin embargo se incorporan visualmente, aunque en ocasiones también generando actividades y acontecimientos urbanos, al espacio público. Caminando en dirección sur percibimos que la pendiente del terreno aumenta ligeramente. Una mujer de mediana edad avanza con paso firme llevando de la mano a sus dos hijas pequeñas. A su espalda, un manojo de puerros asoma desde la bolsa de tela donde carga la compra recién hecha. Hoy es sábado, y en diferentes viviendas de la zona se han sacrificado al alba algunos de los corderos más jóvenes, alrededor de cuya carne orbitarán las celebraciones de mañana. Una leve brisa queda retratada, en este instante, por la ondulación del pañuelo que cubre la cabellera de la madre. En el aire flota un olor a brasas recién agotadas y a pelo quemado, lo que me provoca cierto malestar. Junto a la humedad de la tierra, sin embargo, esboza en mi memoria recuerdos de una infancia ya lejana.

The row of houses on our right, now squeezed together without the respite of the gardens, break off to connect the space of the street with the surrounding territory, tracing a gentle curvature in their slight ascent. The eaves of the roof of the last dwelling cast a pronounced shadow that takes on violet tones on the yellow paint of the façade. The wooden shutters on the ground floor are closed. On the first floor, on the other hand, they let the curtain in the master bedroom escape in an attempt to fly. From down here, it can be seen that the internal brick walls are unplastered. From the clumsily arranged concrete vaulted ceiling hangs a light bulb-less socket from a thread. The dense character of the street is now completely changed by this opening onto the landscape. With the only delimitation of a small wall improvised from rubble, this space for transit and interaction extends uphill through an old olive grove. Some of the trees have disappeared, leaving the grid mesh blurred by their absence, but the Cartesian geometry of the old field is clearly visible and gives this area a superlative environmental quality. Next to the back walls of the nearest houses, old tyres are piled up. Apart from that, this piece of countryside has a certain neatness about it. At the top of the hill the olive trees give way to a group of pines. In the shade of their dense needle-like canopies, a group of neighbours converse animatedly while their dogs make swift zigzag runs. Alerted by their excited trot, a flock of pigeons takes flight, soon disappearing from sight behind the railway tracks that, in the background, border the olive grove.

Las viviendas en hilera a nuestra derecha, apretadas ahora sin el respiro de los jardines, se interrumpen para conectar el espacio de la calle con el territorio circundante, trazando una suave curvatura en su ligera ascensión. El alero de la cubierta de la última vivienda arroja una sombra pronunciada que sobre la pintura amarilla de la fachada adquiere tonos violetas. Las contraventanas de madera en la planta baja están cerradas. En la primera, por el contrario, dejan escapar en un intento de vuelo a la cortina del dormitorio principal. Desde aquí abajo se puede percibir que los muros internos de ladrillo están sin enlucir. Del techo de bovedillas de hormigón, dispuestas con cierta torpeza, cuelga de un hilo un casquillo sin bombilla. El carácter denso de la calle cambia ahora por completo con esta apertura hacia el paisaje. Con la única delimitación de un pequeño murete improvisado a base de cascotes, este espacio de tránsito y relación se extiende colina arriba por un antiguo olivar. Algunos árboles han desaparecido dejando la malla en cuadrícula desdibujada por su ausencia, pero la geometría cartesiana de la antigua explotación agrícola se percibe con nitidez y otorga a esta área una cualidad ambiental superlativa. Junto a los muros traseros de las viviendas más próximas, se amontonan antiguos neumáticos. Aparte de eso, esta porción de campo luce cierta pulcritud. En lo alto de la colina los olivos dejan espacio a un grupo de pinos. A la sombra de sus densas copas de agujas, un grupo de vecinos conversa animadamente mientras sus perros trazan veloces carreras en zigzag. Alertadas por su excitado trote, una bandada de palomas levanta el vuelo perdiéndose pronto de vista tras las vías de tren que, al fondo, limitan con el olivar.

Image by Héctor Rivera Bajo, 2010
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
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Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2013

The southernmost tip of the hill is cut by the basin of a small stream. Yesterday’s rains have revitalised its flow, which descends lightly, even awakening a diffuse roar that is lost in the wind. In a couple of days, perhaps, it will be dry again; but now, its silver line brightens up this sunny morning. As it passes through the settlement, its riverbed disappears, only to rise again, guided by a stone bed that runs through barley fields until it disappears in the cisterns to the south. At this urban boundary, the dwellings seem to be grouped together more densely. An indefinite number of them, many with grey cement facades and hardly any windows, the roofs of a flat modernity, seem to enclose themselves like a citadel. A series of passages, whose entrance is protected here by a tree and there by a carpet suspended from rusty clothes drying straps, are shown as access routes to this neighbourhood unit. The alleyway is narrow and cool, the sun barely penetrates it and the strong smell of a vegetable stew on the fire escapes from a window and permeates every pore of the skin. Here and there domestic voices are heard concentrating on the chores of an ordinary Saturday, while around the corner the alley widens into a small courtyard. Two old-fashioned bicycles, one of which even has rusty handlebars, lean against the wall. On the ground are pots of geraniums, all of them red. From this small communal space there is access to three dwellings, whose staircases ascend vertically to decks covered with damp sheets. One of the doors, wood dulled by age and with a beaten doorjamb, is half-open. Next to it, a brick bench welcomes us, offering rest and some conversation. Some plastic dolls forgotten by a child stop their game between the twisted legs of a wooden chair, whose seat and back were woven in wicker. We continue along another passage that now runs between two houses that surround and protect it from above. In the background, a balustrade of concrete and wire profiles looks out over some young poplars. In the midday sun, a porch stretches out where some neighbours laugh loudly, oblivious to our presence. At the end of the covered space, two steps lead down to a communal vegetable garden overflowing with huge pumpkins.

El extremo más meridional de la colina está cortado por la cuenca de un pequeño arroyo. Las lluvias de ayer han revitalizado su caudal, que desciende ligero despertando incluso un bramido difuso que se pierde en el viento. En un par de días, quizá, volverá a estar seco; pero ahora su trazo de plata alegra esta mañana soleada. A su paso por el asentamiento, su cauce desaparece para rebrotar de nuevo guiado por un lecho de piedra que discurre entre campos de cebada hasta perderse en los aljezares del sur. En este límite urbano las viviendas parecen agruparse con mayor densidad. Un número indefinido de ellas, la mayoría con fachadas grises de cemento y apenas ventanas, las cubiertas de una plana modernidad, parecen encerrarse a modo de ciudadela. Una serie de pasajes, cuya entrada protege aquí un árbol y allí una alfombra suspendida de unos tirantes oxidados para secar la ropa, se muestran como vías de acceso a esta unidad vecinal. La callejuela es estrecha y fresca, el sol apenas penetra en ella y el fuerte olor de un guiso de verduras en el fuego se escapa de una ventana e impregna cada poro de la piel. Aquí y allá se escuchan voces domésticas concentradas en los quehaceres de un sábado cualquiera, mientras al doblar la esquina el callejón se ensancha para formar un pequeño patio. Dos bicicletas vetustas, una de ellas tiene incluso el manillar oxidado, descansan sobre la pared. En el suelo hay macetas de geranios, todos ellos encarnados. Desde este pequeño espacio comunitario se accede a tres viviendas, cuyas escaleras ascienden verticalmente hasta las cubiertas pobladas de húmedas sábanas. Una de las puertas, de madera apagada por lo años y quicio vencido, se encuentra entreabierta. Junto a ella, un poyo de ladrillo da la bienvenida ofreciendo reposo y algo de conversación. Unos muñecos de plástico olvidados por algún niño detienen su juego entre las patas torcidas de una silla de madera, cuyo asiento y respaldo fueron tejidos en mimbre. Continuamos por otro pasaje que discurre ahora entre dos viviendas que abrazadas lo rodean y protegen por arriba. Al fondo una balaustrada de perfiles de hormigón y alambre se asoma sobre unos álamos jóvenes. Recibiendo el sol del mediodía, se extiende un porche donde unas vecinas ríen a carcajadas sin importarles nuestra presencia. Al final del espacio cubierto, dos escalones descienden hacia un huerto comunitario rebosante de enormes calabazas.

Image by Héctor Rivera Bajo, 2013
Image by Héctor Rivera Bajo, 2013
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Image by Héctor Rivera Bajo, 2013
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012

The Cañada Real Galiana is, as its name suggests, a cattle track; specifically one of the nine Cañadas Reales that run through the Iberian Peninsula and one of the four that cross the Community of Madrid. It starts in the south of La Rioja in Tierra de Cameros and ends four hundred kilometres later in the Alcudia Valley, between Córdoba and Ciudad Real. Originating in the 12th century, it has gradually lost importance in the territorial structuring due to the progressive abandonment of transhumant livestock farming. Although the changes in the Cañada Real have been denounced as recent events, the fact is that its occupation and division into plots by private individuals is a phenomenon which began in the 1950s.

La Cañada Real Galiana es, como su propio nombre indica, una vía pecuaria; en concreto una de las nueve Cañadas Reales que recorren la Península Ibérica y una de las cuatro que atraviesan la Comunidad de Madrid. Nace al Sur de la Rioja en la Tierra de Cameros para concluir cuatrocientos kilómetros después en el valle de Alcudia, entre Córdoba y Ciudad Real. Originaria del siglo XII, paulatinamente ha perdido importancia en la estructuración territorial por el abandono progresivo de la actividad ganadera trashumante. Aunque los cambios sufridos en la Cañada Real han pretendido denunciarse como hechos recientes, lo cierto es que su ocupación y parcelación a manos de particulares constituye un fenómeno iniciado en la década de los cincuenta.

These occupations of the Cañada Real as it passes through Madrid have followed their own evolution as circumstances dictated. In the first place, there was a colonisation of farmers focused on cultivating small farms. Subsequently, this process intensified from the 1980s onwards due to successive migration dynamics. The absolute neglect of functions shown by the different Public Administrations responsible for this territory has facilitated the consolidation of an informal settlement, which currently constitutes a linear city of almost 15 kilometres in length and an estimated population of more than 5,000 people. The identification of this urban and social structure with criminal events derived from activities related to the narcotics market has been promoted by the media and most political agents in order to stigmatise this population in the service of speculative interests in urban and infrastructural development.

Estas ocupaciones de la Cañada Real a su paso por Madrid han seguido su propia evolución al ritmo que marcaban las circunstancias. En primer lugar, se produjo una colonización de agricultores enfocada a cultivar explotaciones agrícolas de reducidas dimensiones. Posteriormente, este proceso se intensificó a partir de los años 80 por sucesivas dinámicas de migración. La absoluta dejación de funciones mostrada por las diferentes Administraciones Públicas responsables de este territorio ha facilitado la consolidación de un asentamiento informal, que en la actualidad constituye una ciudad lineal de casi 15 kilómetros de longitud y una población estimada de más de 5.000 personas. La identificación de esta estructura urbana y social con sucesos delictivos derivados de actividades relacionadas con el mercado de estupefacientes ha sido promovida por los medios de comunicación y la mayoría de los agentes políticos para estigmatizar a esta población al servicio de intereses especulativos de desarrollo urbano e infraestructural.

Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
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Image by Héctor Rivera Bajo, 2013
Image by Héctor Rivera Bajo, 2013

The preceding paragraphs attempt to rescue from oblivion and evoke the urban experience of travelling on successive occasions along part of the Cañada Real route, specifically the one bordering the city of Rivas-Vaciamadrid. Those studies, carried out almost ten years ago, were aimed at locating the architectural and urban patterns that made up the physical structure of this Madrid settlement. Despite the precariousness of the construction processes that had given rise to them and the use of very humble materials, mostly recycled from abandoned or obsolete remains, the neighbourhood offers an unusual wealth of architectural solutions aimed at the construction of the city.

Los párrafos anteriores intentan rescatar del olvido y evocar la experiencia urbana de recorrer en sucesivas ocasiones parte del trazado de Cañada Real, en concreto el limítrofe con la ciudad de Rivas-Vaciamadrid. Aquellos estudios realizados ahora hace casi diez años, tenían como objetivo la localización de patrones arquitectónicos y urbanos que constituían la estructura física de este asentamiento madrileño. A pesar de la precariedad de los procesos constructivos que los habían originado y el uso de materiales muy humildes, en su mayor parte reciclados de restos abandonados u obsoletos, el barrio ofrece una riqueza inusual de soluciones arquitectónicas destinadas a la construcción de ciudad.

Regulated, official, bureaucratised and politicised urban planning has not been able to offer a reasonable solution to improve the environmental and social deficiencies and problems that the inhabitants of Cañada Real suffer day by day. On the contrary, a process of organic construction and occupation, executed step by step by the users themselves, without professional help and with scarce resources, recovers a popular and vernacular language in the use of simple, archetypal and appealing forms to facilitate the rooting of a human community in the territory it inhabits.

El urbanismo reglado, oficialista, burocratizado y politizado no ha sido capaz de ofrecer una solución razonable para mejorar las carencias y problemas ambientales y sociales que sufren día a día los habitantes de Cañada Real. Por el contrario, un proceso de construcción y ocupación orgánico, ejecutado paso a paso por los propios usuarios, sin ayuda profesional y con escasos recursos, recupera un lenguaje popular y vernáculo en el uso de formas simples, arquetípicas y pregnantes para facilitar el arraigo de una comunidad humana en el territorio que habita.

Today is 26 July 2022. Temperatures in Madrid are again close to 40 degrees Celsius after successive and increasingly intense heat waves. The Arroyo Miguélez has been dry for months, but the reeds that mark its course through the territory still give off a torrid humidity. In the orchard, the plum trees are covered by a dense green net that prevents the unwanted incursion of birds in search of the longed-for fruit. Wicker chairs, some of them made of plastic, arranged in a circle, gather the neighbours in the evening. More than 20 months ago, the company responsible cut off the electricity supply without any administration having interfered to reverse this decision.

Hoy es 26 de julio de 2022. Las temperaturas en Madrid vuelven a rozar los 40 grados después de sucesivas y cada vez más intensas olas de calor. El Arroyo Miguélez está seco desde hace meses, pero los juncos que señalan su trazado por el territorio desprenden aún una tórrida humedad. En el huerto, los ciruelos están cubiertos por una densa red verde que evita la incursión indeseada de pájaros en búsqueda de los anhelados frutos. Sillas de mimbre, alguna de plástico, dispuestas en círculo congregan a las vecinas al caer la tarde. Hace más de 20 meses la empresa responsable del suministro cortó la luz sin que ninguna Administración haya interferido para revertir esa decisión.

They stay hard and hope that this night will be a little cooler and more refreshing than the previous ones.

Ellas resisten con determinación y esperan que esta noche refresque un poco más que las anteriores.

Image by Héctor Rivera Bajo, 2013
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Image by Héctor Rivera Bajo, 2012
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This article was part, as well as Hidden Architecture’s editorial project, of the Urbanbat 2022 No Future festival, held in Bilbao, Spain, in November 2022. It was subsequently published in the book “Del No Futuro a las Arquitectura para Otros Mundos Posibles“, edited by Urbanbat.

Este articulo formo parte, asi como el proyecto editorial de Hidden Architecture, del festival Urbanbat 2022 No Future, celebrado en Bilbao, Espana, en el mes de noviembre de 2022. Posteriormente fue publicado en el libro “Del No Futuro a las Arquitectura para Otros Mundos Posibles“, editado por Urbanbat.