“In all my projects I have always tried to find a limit in spatiality, I do not say a limit in the site, in the façade, that is not the problem, it is a limit with respect to spatiality, a limit that could be the sky, the infinite, a transparency that allows the physical dimension to have an end, but from that point another element appears or emerges after […] The volumetry allows that the spaces isolated from each other can only be joined by means of transparencies, but the limit does not come from the volume. “
“En todos mis proyectos siempre he tratado de encontrar un límite en la espacialidad. No digo un límite en el terreno, en el paramento, ese no es el problema. Es un límite respecto de la espacialidad. Un límite que puede ser el cielo, el infinito, una transparencia que permite que la dimensión física tenga un fin, pero que a partir de ese punto aparezca o surja otro elemento después […] La volumetría permite que los espacios aislados unos de otros solamente se puedan unir por medio de transparencias. Pero el límite no lo da el volumen.”
Rogelio Salmona
The residential complex “Alto de los Pinos” designed in 1976, to date one of the two residential complexes on inclined terrain (more than 45º) completed by Rogelio Salmona, proposes a wild volume, strongly carved and accentuated. This building belongs exclusively to the hillside where it is located. After an extraordinary effort of engineering of retaining walls, a volumetry was developed that derives directly from the physical features of the place, radically opposed to the respectless solutions buit in that area of Bogotá. These, in effect, consist of opposing the slope of the eastern hillsides, blocks in height, as if they were flat lots, obstructing one another buildings, visually and physically in an abusive as well as stupid way, since this implies the denial of the fundamental reason to be built in those hills.
El conjunto residencial “Alto de los Pinos” diseñado en 1976, hasta la fecha uno de los dos conjuntos residenciales en terreno inclinado (más de 45º) terminados por Rogelio Salmona, plantea una volumetría agreste, fuertemente labrada y acentuada. Este edificio pertenece exclusivamente a la ladera donde se localiza. Luego de un esfuerzo extraordinario de ingeniería de muros de contención, se plamteó una volumetría que deriva directamente de los rasgos físicos del lugar, opuesta radicalmente a las soluciones vandálicamente practicadas en esa zona de Bogotá. Éstas, en efecto, consisten en oponer al declive de las laderas de los cerros orientales, bloques en altura, como si se tratase de lotes planos, obstruyéndose unos edificios a otros, visual y físicamente en forma tan abusiva como estúpida, puesto que ello implica la negación de la razón de ser primordial para construir en esas lomas.
According to Rogelio Salmona, the name “Alto de los Pinos” refers to six trees that had to be conserved at any price, and that determined a detached lay out in two parallel blocks, close to the lateral limits of the land. This would be consistent with Salmona’s intense affection for all plant species, from grass to giant trees, and undoubtedly an attractive central space, where an alleged maximum profitability would not have allowed it.
Según Rogelio Salmona, el nombre de “Alto de los Pinos” se refiere a seis árboles que debían ser conservados a cualquier precio, y que determinaron un esquema disgregado en dos bloque paralelos , próximos a los límites laterales del terreno. Esto sería congruente con el intenso afecto de Salmona por todas las especias vegetales, desde la hierba hasta los árboles gigantes, y sin duda supone un atractivo espacio central, donde una presunta rentabilidad máxima no lo habría permitido.
Image by Rodrigo Rocha |
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