The Valéria Cirell house is very different from other traditional residences from the 50s and 60s. Buit with a large geometric volume and a rustic facade, this residence, located in the Morumbi neighborhood of São Paulo, was designed by Lina Bo Bardi for her friend Valéria P. Cirell in 1958. The program includes a living and dining room, two bedrooms, kitchen, laundry room, and mezzanine, in addition to the veranda and the outhouse.

La casa Valéria Cirell es muy diferente a las residencias tradicionales de los años 50 y 60. Formada por un gran volumen geométrico, con fachada rústica, esta residencia ubicada en el barrio Morumbi de São Paulo fue diseñada por Lina Bo Bardi para su amiga Valéria P Cirell en 1958. El programa incluye una sala comedor, dos dormitorios, cocina, lavadero, entrepiso, además de la galería y el cobertizo.

Considered a daring construction even for the present day, the residence is built with contrasts. The modern lines contrast with the facade made up of stones, ceramic shards, and rolled pebbles. The craftsmanship of construction solutions distanced the project from Lina’s other works, mainly made up of steel, reinforced concrete, and glass structures. The Valéria house is more organic, which is shown by the strong integration with the gardens. The vegetation invades the structure of the house, running through the walls and forming two roof terraces covered in green that absorb rainwater and promote the thermal comfort of the house.

Considerada una construcción atrevida incluso para la actualidad, la residencia está hecha de contrastes. Las líneas modernas contrastan con la fachada formada por piedras, fragmentos de cerámica y cantos rodados. Las soluciones constructivas más artesanales terminaron por distanciar el proyecto de las demás obras de Lina, compuestas en su mayoría por estructuras de acero, hormigón armado y vidrio. La casa Valéria es más orgánica, lo que se demuestra con su fuerte integración con los jardines. La vegetación invade la estructura de la casa, recorriendo los muros y formando dos azoteas cubiertas de vegetación que absorben el agua de lluvia y favorecen el confort térmico de la casa.

The residence is well protected as a small citadel, an island of calm, located in the middle of the busy neighborhood of São Paulo. The land has about 2 thousand square meters and a built area of ​​around 810 square meters, considered small by the standards of Morumbi. Interestingly, it only has two bedrooms. The architect designed the house facing the garden. The balcony opens onto the pool and the living room, being integrated, receives plenty of natural light. Access to the mezzanine is via a spiral staircase with twelve steps. From this place, you can have a privileged view of the green area.

La residencia está protegida como una pequeña ciudadela, una isla de tranquilidad, ubicada en medio del bullicioso barrio de São Paulo. El terreno tiene alrededor de 2 mil metros cuadrados y una superficie construida de alrededor de 810 metros cuadrados, considerado pequeño para los estándares de Morumbi. Curiosamente, solo tiene dos dormitorios. La arquitecta diseñó la casa frente al jardín. El balcón da a la piscina y el salón, al estar integrado, recibe mucha luz natural. El acceso al entrepiso se realiza a través de una escalera de caracol de doce peldaños. Desde este lugar se puede tener una vista privilegiada de la zona verde.

The Valéria Cirell house was put up for auction in 2010, but the sale never took place. However, its unique architecture attracted curious architecture students. According to the architect Marcelo Ferraz, who was Lina Bo Bardi’s assistant, the project is influenced by Gaudí. “This project marks the incorporation, in its rationalist formation, of what is tropical, organic, of the Iberian heritage of Brazilian culture. And Gaudí was very important as an element of this release,” he believes.

La casa de Valéria Cirell fue subastada en 2010, pero la venta nunca se llevó a cabo. Sin embargo, su arquitectura única atrajo a curiosos y estudiantes de arquitectura. Según el arquitecto Marcelo Ferraz, que fue ayudante de Lina Bo Bardi, el proyecto está influenciado por Gaudí. “Este proyecto marca la incorporación, en su formación racionalista, de lo tropical, orgánico, de la herencia ibérica de la cultura brasileña. Y Gaudí fue muy importante como elemento de esta liberación”, cree.

Text via AnnualDesign.com.br