Built in Rotterdam in the early 20th century, Spangen Quarter was a pioneering project in moving community space beyond the ground floor. Although Streets in the Sky can be seen more or less explicitly in some examples of traditional architecture, this project reaches modernity and materializes from a contemporary prism. Unlike other projects built after the fact that failed from a social point of view (the most explicit example is Robin Hood Gardens, sadly demolished in 2017), Spangen Quarter has managed to maintain its housing quality during its more than one hundred years of life. Beyond political or economic issues, several architectural decisions made Michiel Brinkman’s project overcome modern exhaustion.
Construido en Róterdam en los primeros años del siglo XX, Spangen Quarter fue un proyecto pionero en trasladar el espacio comunitario más allá de la planta baja. Pese a que la idea de Calles en el Aire puede verse de forma más o menos explicita en algunos ejemplos de la arquitectura tradicional, en este proyecto alcanza la modernidad y se materializa desde un prisma contemporáneo. A diferencia de otros proyectos construidos a posteriori que fracasaron desde el punto de vista social (el ejemplo más claro es Robin Hood Gardens, tristemente demolido en 2017), Spangen Quarter ha conseguido mantener su calidad habitacional durante sus más de cien años de vida. Más allá de cuestiones políticas o económicas, varias decisiones arquitectónicas consiguieron que el proyecto de Michiel Brinkman superara el agotamiento moderno.
[1] Urban setting | Implantación urbana.
The project occupies the entire perimeter of the plot with a continuous volume of four brick floors. The massiveness and density of the exterior, which more or less consciously refers to the medieval city, fades inside, giving way to a garden city model. Some shorter blocks divide said interior space into smaller patios subdivided into landscaped areas, pedestrian paths, and bicycle parking spaces. The urban planning model of the modern movement is inverted: the tower is no longer located in the middle of the plot surrounded by a garden, but rather it is taken to its perimeter, and the garden returns to the interior.
El proyecto ocupa perimetralmente todo el solar con un volumen continuo de cuatro plantas de ladrillo. La masividad y densidad exterior, que referencia de un modo más o menos consciente la ciudad medieval, se desvanece en el interior dando paso a un modelo de ciudad jardín. Unos bloques de menor altura fraccionan dicho espacio interior en patios de menor tamaño que se subdividen en zonas ajardinadas, caminos peatonales y aparcamientos para bicicletas. El modelo de planeamiento urbano del movimiento moderno se invierte: la torre ya no se sitúa en el medio de la parcela rodeada por un jardín,[1] sino que se lleva hasta su perímetro y el jardín vuelve al interior.
[2] Materiality | Materialidad.
In the same way that Brinkman negotiated tradition and modernity in the urban implantation, the Spangen Quarter’s materiality is ambiguous regarding its position in relation to the modern movement. The project is mainly built in brick. The complex but refined system of compositional details on its façades anchors the ensemble to the Dutch architectural tradition with this material. This respect for existing architecture and crafts alternates with the use of precast concrete elements, especially the riskier elements of the project, such as the walkways on the third floor or the large access arches to the interior garden. These serially produced elements responded to the industrialized technique of the late 19th and early 20th centuries in the Netherlands. Again, Brinkman’s ambiguity regarding the modern movement has allowed the building to transcend its time and possibly its survival.
Del mismo modo que Brinkman negociaba tradición y modernidad en la implantación urbana, la materialidad de Spangen Quarter es ambigua respecto a su posicionamiento frente al movimiento moderno. El proyecto está construido principalmente en ladrillo. El complejo pero depurado sistema de detalles compositivos en sus fachadas ancla el conjunto a la tradición arquitectónica holandesa con este material. Este respeto por la arquitectura existente y la artesanía se alterna con el uso de elementos prefabricados de hormigón, especialmente los elementos más arriesgados del proyecto como las pasarelas en la planta tercera o los grandes arcos de acceso al jardín interior. Estos elementos producidos de forma seriada respondían a la técnica industrializada de finales del siglo XIX y principios del XX en Países Bajos. Nuevamente, la ambigüedad de Brinkman respecto al movimiento moderno ha permitido que el edificio trascendiera a su época y, posiblemente a su supervivencia.
[3] Streets in the Sky | Calles en el Aire.
If Brinkman’s urban strategy was to recreate the garden city model within the dense European cities of the early 20th century, the houses had to follow the same ambiguity. Brinkman resorts to an interior scheme of two-story row houses that occupy the interior of the plot, creating the previously mentioned courtyard structure. However, to achieve such a density, he replicates the same scheme in height, doubling the number of houses. Here, the gallery in height that runs along the perimeter of the complex on the second floor appears. This gallery or street in the air aims to reproduce the image of access to a single-family home detached from the street. This gallery is one kilometer long and has a variable width between two and three meters. Being oriented towards the internal patios, its character is mainly private. This privacy condition maintains the domestic character in the housing complex away from cars.
Si la estrategia urbana de Brinkman era recrear el modelo de la ciudad jardín dentro de las densas ciudades europeas de principios del siglo XX, las viviendas debían seguir la misma ambigüedad. Brinkman recurre a un esquema interno de viviendas en hilera de dos plantas que ocupan el interior de la parcela creando la estructura de patios mencionada anteriormente. Sin embargo, para poder alcanzar tal densidad, replica el mismo esquema en altura duplicando el número de viviendas. Es aquí donde aparece la galería en altura que recorre perimetralmente el complejo en el segundo piso. Esta galería o calle en el aire pretende reproducir la imagen de acceso a una vivienda unifamiliar, desprendida de la calle. Dicha galería tiene un kilómetro de largo y un ancho variable entre dos y tres metros. Al estar orientada hacia los patios internos, su carácter es principalmente privado. Esta condición de privacidad mantiene el carácter domestico en el conjunto habitacional alejado de los coches.
The concept of Streets in the Air was developed during the 20th century, following the Spangen Quarter project. First, Le Corbusier used it timidly in some of his projects, such as the Unité d’Habitation (1947-52); For Peter and Alison Smithson, it was a central part of their design strategies since the competition for the Urbanization of Golden Lane in London (1952) and mainly in Robin Hood Gardens (1972). The Walden 7 project in Barcelona (1975), by Ricardo Bofill, with a Mediterranean adaptation of this concept, was a resounding success that still survives. After declining in the late 1970s and early 1980s, Calles en el Aire made a comeback in competitions and more experimental architecture projects in subsequent years. Projects such as the Nemausus Experimental Housing in Nimes by Jean Nouvel (1985-87), the Housing & City competition in Barcelona by Abalos & Herreros (1988), or the competition for Europe III by Helena Njiric and Hrvoje Njiric in Bolduque, the Netherlands ( 1993) reintroduced this idea once again in the collective imagination of architects.
El concepto de Calles en el Aire se popularizó rápidamente en el siglo XX, tras el proyecto de Spangen Quarter. Primero Le Corbusier lo usó tímidamente en algunos de sus proyectos como la Unité d’Habitation (1947-52); Para Peter y Alison Smithson fue parte central de sus estrategias proyectuales desde el concurso para la Urbanización de Golden Lane en Londres (1952) y principalmente en Robin Hood Gardens (1972). El proyecto de Walden 7 en Barcelona (1975), de Ricardo Bofill, con una adaptación mediterránea de este concepto fue un rotundo éxito que aún pervive. Tras caer en declive a finales de la década de 1970 y principios de 1980, las Calles en el Aire fueron reapareciendo de manera paulatina en concursos y proyectos de arquitectura más experimentales en los años sucesivos. Proyectos como las Viviendas Experimentales Nemausus en Nimes de Jean Nouvel (1985-87), el concurso Housing & City en Barcelona de Abalos & Herreros (1988), o el concurso para Europa III de Helena Njiric y Hrvoje Njiric en Bolduque, Países Bajos (1993) reintrodujeron esta idea nuevamente en el imaginario colectivo de los arquitectos.
Cover image by Hidden Architecture