When Baron Pierre de Soultrait commissioned Claude Parent to design his new main residence, the architect had only been active for three years. He had been working since 1953, first with Ionel Schein and then on his own, designing low-cost single-family houses along the lines of the Courant Plan (a 1953 state programme encouraging the construction of affordable housing). In this particular case, savings – in terms of space, cost and delivery times – were not an issue. In fact, in this 2-hectare park, the baron and his family wanted to see an innovative house emerge, similar to those that can be found in magazines and fairs, for example those dedicated to the ideal house. While creating the model, the architect began to play with masses and points of view. He imagined two main parts of the building, one rectangular and one square, joined together to form a 120° angle. Although in residential design levels are more often used to indicate the separation of functions, here it is the different volumes that indicate this difference. The areas dedicated to family life are spread over two levels in the longest part of the house. Thus, the bedrooms, bathrooms, games room and kitchen are separated from the living room, which extends over three levels. Almost entirely glazed, the living room is built with the same concrete structure as the rest of the house. With a height of almost 9 metres from floor to ceiling, Baron de Soultrait initially found this framework rather frightening, comparing it to rocket “launch pads”. To soften the impact of this concrete monolith, Claude Parent clad the exterior in slate, in accordance with the owner’s wishes, and the interior in wood panelling. For the architect, this house inaugurated a long series of inventive projects in which the occupants’ lifestyles and architectural expression seem to predominate.
Cuando el barón Pierre de Soultrait encargó a Claude Parent el diseño de su nueva residencia principal, el arquitecto sólo llevaba tres años en activo. Llevaba trabajando desde 1953, primero con Ionel Schein y luego por su cuenta, diseñando viviendas unifamiliares de bajo coste en la misma línea que el Plan Courant (programa estatal de 1953 que incentivaba la construcción de viviendas asequibles). En este caso concreto, el ahorro -en términos de espacio, coste y plazos de entrega- no era un problema. De hecho, en este parque de 2 hectáreas, el barón y su familia deseaban ver surgir una casa innovadora, similar a las que se pueden encontrar en revistas y ferias, por ejemplo las dedicadas a la casa ideal. Mientras creaba la maqueta, el arquitecto empezó a jugar con las masas y los puntos de vista. Imaginó dos partes principales del edificio, una rectangular y otra cuadrada, unidas para formar un ángulo de 120°. Aunque en el diseño de viviendas los niveles se utilizan con más frecuencia para indicar la separación de funciones, aquí son los distintos volúmenes los que indican esta diferencia. Las zonas dedicadas a la vida familiar están repartidas en dos niveles en la parte más larga de la casa. Así, los dormitorios, los cuartos de baño, la sala de juegos y la cocina están separados del salón, que se extiende en tres niveles. Casi totalmente acristalado, el salón está construido con la misma estructura de hormigón que el resto de la casa. Con una altura de casi 9 metros del suelo al techo, al principio el barón de Soultrait encontró este armazón bastante aterrador, comparándolo con las “plataformas de lanzamiento” de los cohetes. Para suavizar el impacto de este monolito de hormigón, Claude Parent revistió el exterior de pizarra, de acuerdo con los deseos del propietario, y el interior con paneles de madera. Para el arquitecto, esta casa inauguró una larga serie de proyectos inventivos en los que parecen predominar los estilos de vida de los ocupantes y la expresión arquitectónica.
Text by Audrey Jeanroy, via FRAC. Translation by Hidden Architecture