Between the stone chunks
lying on its face to dry
like a cross with broken knees.
Half stuck in the ground
and raising the neck to the air of the skies.
Chestnut skin color
also of mud. Same as hives.
This is how the roof peaks are – very deaf itself
and quite overwhelmed with silence-,
a child has hung a kite
that sings to the sun almost crying.
Like cicadas in summer.
Beneath the tower. Under
the grave looks out into the pit a bit.
He also let the paving at sight,
suspenders lizards like needles.
The same barksame – cooked clay –
It covers it both outside and inside.
With the same colors also.
The pit opens the soil to the sun.
It is empty.
And at the foot of the tower
ears almost hurt because of silence
as hollow and naked as it is.
Entre los cachos de piedra
acostada de bruces a secar
como una cruz con rodillas partidas.
Medio hincada en la tierra
y alzando el cuello al aire de los cielos.
Del color de la piel de las castañas
también de barro. Igual que las colmenas.
Es así como son los picos de la cubierta
– bien sorda de por sí
y bastante agobiada de silencio-,
un niño le ha colgado una cometa
que canta al sol casi llorando.
Como las chicharras en verano.
Debajo de la torre. Por lo bajo
el sepulcro se asoma al foso un poco.
Él deja ver también el empedrado,
los lagartos tirantes como agujas.
Una misma corteza
-un mismo barro cocido-
La recubre por fuera y por dentro.
Con los mismos colores además.
El foso abre la tierra al sol.
Está vacío.
Y a los pies de la torre
casi duelen los oídos de silencio
de tan hueca y desnuda como está.
Text written by Curro Inza
Every image given by Ángel Verdasco