When I was commissioned to design the Cordoba Bus Station Project, a multitude of memories of my first journeys came to mind. Intense memories, typical of the adventure that every journey entails, associated with images of platforms, ticket offices, waiting rooms, canteens for passenger service, the comings and goings of passengers, trains and buses, long and tense waits, the excitement of arrivals and farewells. Old memories that merged in turn with more recent memories and sensations related to the Mosque and the courtyards of Cordoba, with the Andalusian streets, with their space, with their light, with their flowers, with the sound of water in the courtyards of the Alhambra, in the gardens of the Generalife and in the Alcazar, …., with the smell of orange blossom, jasmine, rosemary, the lady of the night, ….. with the colours of the glass of the round arches of Cádiz and Havana, with the light and colour of the Impressionists, with the textures of Luis Barragán’s walls,… With the strength and subtlety of Carlos Raul Villanueva’s Plaza Cubierta or Farruco Sesto’s Club para los Trabajadores de Guayana, with the motley and unusual market square of Marrakech, with images of caravans moving through the desert, and camping in oases, under starry skies. Memories, full of emotion, associated with marvellous images and sensations, accompanied the commission of this Project.
Cuando me encargaron el Proyecto de la Estación de Autobuses de Córdoba, me venían a la mente y se agolpaban en ella multitud de recuerdos de mis primeros viajes. Recuerdos intensos, propios de la aventura que todo viaje conlleva, asociados a imagenes de andenes, de taquillas de venta de billetes, de salas de espera, de cantinas para servicio de viajeros, del ir y venir de estos, de trenes, y de autobuses, de las largas y tensas esperas, de la emoción de las llegadas y de las despedidas. Viejos recuerdos que se fundían a su vez con recuerdos y sensaciones más recientes relacionadas con la Mezquita y los patios cordobeses, con las calles entoldadas andaluzas, con su espacio, con su luz, con sus flores, con el sonido del agua en los patios de La Alhambra, en los jardines del Generalife y en el Alcazar,…., con el olor del azahar, el jazmín, el romero, la dama de noche,…., con los colores del vidrio de los arcos de medio punto gaditanos y habaneros, con la luz y el color de los impresionistas, con las textufas de los muros de Luis Barragán,…, con la fuerza y la sutileza de la Plaza Cubierta de Carlos Raul Villanueva o del Club para los Trabajadores de Guayana de Farruco Sesto, con la abigarrada e insólita plaza del Mercado de Marrakech, con imágenes de carabanas desplazándose por el Desierto, y acampando en oasis, bajo cielos estrellados. Recuerdos, plenos de emoción, asociados a imágenes y sensaciones maravillosas, fueron los que acompañaron el encargo de este Proyecto.
When I thought about the solution and closed my eyes, I saw walls, great stone walls delimiting spaces, radically defining them, but also subtly uniting them, developing them. Straight and narrow walls, with orthogonal meetings, but also circles, parabolas and ellipses inscribed on them. I saw the light rushing in, very strong, very thick. And on the other side the shadow, also thick, also strong, supporting these walls. And inside a citadel, a kasbah, a caravanserai, a souk, an accumulation of constructions and empty spaces between them, formed by different planes, some vertical, others horizontal, situated at different heights, some rectangular, others circular. All of them to defend from the light, to dominate it, to imprison it, to mitigate it, to bleed it conveniently, to attenuate it and distribute its gleams, to use it once it had been tamed, I could see large planes of shadow lethargic, or arranged as if they were. And, at the same time, slits of light everywhere, moving, but no longer with the suffocating, dazzling vigour of outside. A more clement light, once its dazzling impulses were broken, walking or moving in syntho1ua with the shadow, and both following the circular movement of time. I saw the light crashing against the granite stone walls that gave off thousands of twinkling stars. And the light beating on the interior colour, on yellow, blue, green, and opaline white planes, all stuccoed, that “gave calm to the being harassed by so much sun and sunshine” as Alejo Carpentier said of the colours of the façades of Havana. And I perceived masses of vegetation mixed with bursts of perfume, and silent backwaters, and also sonorous jets of water, even fish and birds of a thousand colours. I saw kindly corners in those spots where the shadow passes from objects into space, creating mysterious, sensual ambiences, traversed by backlit figures, with large, bewitching eyes, that tore through the gloom with their flashes, and refreshed themselves in it. That is what I saw when I closed my eyes and thought about the project.
Cuando pensaba en la solución y cerraba los ojos, veía muros, grandes muros de piedra delimitando espacios, definiéndolos radicalmente, pero tambien uniéndolos sutilmente, desarrollándolos. Muros rectilíneos y escuetos, de encuentros ortogonales pero tambien círculos, parábolas y elipses inscriptos en éllos. Veía la luz acometiendo, muy fuerte, muy espesa. Y del otro lado la sombra, tambien espesa, tambien fuerte, aguantando estos muros. Y dentro una ciudadela, una casbah, un caravansar, un zoco, un cúmulo de construcciones y de espacios vacíos entre ellas, formados por planos diversos, unos verticales, otros horizontales, situados éstos a diferentes alturas, unos rectangulares otros circulares. Todos ellos para defender de la luz, para dominarla, para apresar la luz, para mitigarla, para desangrarla convenientemente, para atenuarla y repartir sus fulgores, para utilizarla una vez domesticada, veía grandes planos de sombra aletargados, o dispuestos como sí lo estuvieran. Y, al mismo tiempo, rendijas de luz por todas partes, en movimiento, pero ya sin el vigor sofocante, deslumbrante, de afuera. Una luz más clemente, una vez quebrados sus impulsos fulgentes, caminando o desplazándose en sinto1úa con la sombra, y ambas siguiendo el movimiento circular del tiempo. Veía la luz estrellándose contra los muros de piedra granítica que despedían miles de estrellas centelleantes. Y la luz batiendo sobre el color interior, sobre planos amarillos, azules, verdes, y blancos opalinos, todos estucados, que “diesen sosiego al ser acosado por tanto sol y resol de sol” como decía Alejo Carpentier de los colores de las fachadas de La Habana. Y percibía masas de vegetación mezcladas con ráfagas de perfume, y remansos silenciosos, y también sonoros chorros de agua, incluso peces y pájaros de mil colores. Veía rincones amables en esos puntos donde la sombra pasa de los objetos al espacio, creando ámbitos misteriosos, sensuales, transitados por figuras en contraluz, con ojos grandes y embrujados, que rasgaban con sus destellos la penumbra, y se refrescaban en ella. Eso es lo que veía cuando cerraba los ojos y pensaba en el proyecto.
I saw master geometries, with their exactitudes and their impositions. Essential geometries, but also subtlety. I saw spaces concatenated as in cinematographic sequences. He saw streets, doors, shutters, hallways, courtyards, rooms, gardens, ….. All this through a code of options and surprises. I saw the doors through which one enters, small steps, thresholds between rooms, islands, diverse worlds,…, free scenarios, stripped of any object that could disturb the observation and full enjoyment of the space, open to the free imagination of the characters. I saw the empty space. High walls. I also saw the body of the building, built in very hard material. Proof against different treatments, proof against blows, proof against years of superimposed years. That’s why the stone, steel, tiles, stucco, helping to build this citadel. Architecture of enclave, of container, of successive enclosures inscribed in a closed perimeter. Strong on the outside, sensual on the inside. Always restrained, concise, elegant, silent, …., quiet.
Veía geometrías maestras, con sus exactitudes y sus imposiciones. Geometrías esenciales, pero también sutileza. Veía espacios concatenados como en secuencias cinematográficas. Veía calles, puertas, postigos, zaguanes, patios, estancias, jardines,…. Todo ello a través de un código de opciones y de sorpresas. Veía las puertas por las que se entra, pequeños pasos, umbrales entre estancias, islas, mundos diversos,…, escenarios libres, despojados de cualquier objeto que pudiera perturbar la observación y el disfrute pleno del espacio, abierto este a la libre imaginación de los personajes. Veía el espacio vacío. Altos muros. Veía tambien el cuerpo de la edificación construída en materia muy dura. A prueba de tratos diversos, a prueba de golpes, a prueba de años superpuestos. Por eso la piedra, por eso el acero, el azulejo, el estuco, ayudando a construir esta ciudadela. Arquitectura de enclave, de container, de recintos sucesivos inscritos en un perímetro cerrado. Fuerte por fuera, sensual por dentro. Siempre sobria, escueta, elegante, silenciosa, …., callada.
When I was commissioned to design the Bus Station, I felt ancestral reminiscences and resonances of the future. Timelessness. Also surprise, movement and life. Life everywhere, and above all passion.
Cuando me encargaron el proyecto de la Estación de Autobuses sentía reminiscencias ancestrales y resonancias de futuro. Atemporalidad. También sorpresa, movimiento, y vida. Vida por todas partes, y sobre todo pasion.
Text by César Portela, via Revista Arquitectura COAM, n°321, 2000. Translation by Hidden Architecture