***

Title: Archigraphias 1983-2000

Author: Carolina B. García-Estévez y Josep M. Rovira

Edited by: Abada Editores

2020. ISBN: 978-84-17301-04-0

Language: Spanish

448 pages

Dear Enric,

it has been a little more than ten years since our first time.

Is not it amazing how fast time goes by?

Querido Enric,

han pasado algo mas de diez años de nuestra primera vez. 

¿No es asombroso lo rápido que transcurre el tiempo? 

The car’s engine roared even after we had stopped it in the shade of some lanky poplars. The relentless sun was beating down on the gravel of the road, then square, to access. We descended almost unnoticed into the earth through a sort of excavated crevice. We walked in the sunshine for a few hours, crossing every corner of that telluric path, going up from the pit to the ledge, back down again and back up finally, like a Sisyphus with tired feet looking for rest under some trees paralysed by the heatwave. With the sun at its most perfect vertical, the shadows were minimal, motionless. I think we completely lost track of the passing of time.

El motor del coche bramaba incluso después de haberlo detenido a la sombra de unos chopos espigados. El sol, implacable, nos aplastaba contra la grava del camino, plaza después, de acceso. Descendimos casi sin percibirlo hasta el interior de la tierra por una suerte de grieta excavada. Anduvimos a pleno sol algunas horas, recorriendo cada rincón de aquel camino telúrico, subiendo de la fosa a la cornisa, volviendo a descender y de nuevo arriba, como un Sísifo de pies cansados buscando reposo bajo unos arboles paralizados ante la canícula. Con el sol en su vertical más perfecta, las sombras mínimas, inmóviles. Creo que perdimos por completo la noción del paso del tiempo.

I admit now that it was not really the first time we met, but I like to remember it that way. A memory frozen by a distorted perception of time. Later other moments came, some brief, others more intense. All of them hung in my memory almost like medals.

Admito ahora que aquella no fue realmente la primera vez en que nos encontramos, pero me gusta recordarlo así. Un recuerdo congelado por una percepción distorsionada del tiempo. Más tarde llegaron otros momentos, breves algunos, más intensos otros. Todos ellos colgados de la memoria casi a modo de condecoraciones.

Allegory of time. As in the initiatory experience that it was for me to attend the congress organised in Barcelona in July 2009, I am meeting you again thanks to Carolina B. García-Estévez and Josep M. Rovira. The years go by quickly and, regardless of the places I have been to, I have tried to keep you always present. Trying to follow your traces, remembering your words, mixing everything together, and also with the moments that your works gave me… Memories inside a pocket.

Alegoría del tiempo. Al igual que en aquella experiencia iniciática que fue para mí asistir al congreso organizado en Barcelona el mes de julio de 2009, vuelvo a encontrarme contigo gracias a Carolina B. García-Estévez y Josep M. Rovira. Los años pasan deprisa e, independientemente de los lugares que haya frecuentado, he procurado mantenerte siempre presente. Tratar de seguir tus trazos, recordar tus palabras, mezclarlo todo entre si, y también con los instantes que tus obras me regalaron…Recuerdos en el interior de un bolsillo.

Your words. All of them, gathered together, sheltered at last under the same roof. “Archigraphias 1983-2000” presents for the first time an anthology, like that of those poets you read so much, of the texts of different natures in which throughout your life you captured the words that followed you, with which you tangled your feet while walking.

Tus palabras. Todas ellas, reunidas, cobijadas al fin bajo un mismo techo. “Archigraphias 1983-2000” presenta por primera vez una antología, como la de aquellos poetas que tanto leíste, de los textos de diferente naturaleza en los que a lo largo de tu vida capturaste las palabras que te seguían, con las que enredaste tus pies al caminar.

It is raining heavily outside. It has been like this all afternoon and we have had to interrupt our plans. A trickle of water is making its way across the floor, guided by the joints in the tiles, dragging tiny particles along with it. That window does not close properly. Still wet, in this hasty retreat, I open my rucksack and decide finally to meet you again. I admit that the simple idea of this reunion made me uneasy. How would you be after all this time? Will not we, the environment that surrounds and defines us, be so different, so changed? Will we be able to recognise each other? September 27th, Petralia Sotana, Sicily. Having overcome my fears, I open “Archigraphias 1983-2000” and there you appear, playing with the words between your fingers, deliberately hiding letters to invent new meanings, new ideas. Nothing has changed. In the following days we will cross the island of Sicily tracing a circular movement and you will never stop accompanying me. At each stop I will put my hands within my pockets to take out all kinds of objects. I am comforted by the idea of travelling around this island and feeling that I see it now through your words. To find you almost in every corner, even though perhaps you were never there…

Afuera está lloviendo con intensidad. Lleva así toda la tarde y hemos tenido que interrumpir nuestros planes. Un reguero de agua se abre paso por el suelo, avanza guiado por las juntas de las baldosas arrastrando partículas minúsculas. Esa ventana no cierra bien. Todavía mojado, en este retiro precipitado, abro mi mochila y decido al fin volver a encontrarme contigo. Admito que la simple idea de este reencuentro me inquietaba. ¿Cómo estarás después de todo este tiempo? ¿No seremos ya nosotros, el entorno que nos rodea y nos define, tan distintos, tan cambiados? ¿Podremos reconocernos? Veintisiete de septiembre, Petralia Sotana, Sicilia. Vencidos mis temores abro “Archigraphias 1983-2000” y allí apareces, jugando con las palabras entre tus dedos, escondiendo letras adrede para inventar nuevos significados, nuevas ideas. Nada ha cambiado. En los sucesivos días recorreremos la isla de Sicilia trazando un movimiento circular y tú no dejarás ya de acompañarme. En cada parada introduciré las manos en los bolsillos para sacar de ellos todo tipo de objetos. Me reconforta la idea de descubrir esta isla y sentir que la veo ahora a través de tus palabras. Encontrarte casi en cada rincón, aunque quizá nunca estuviste allí…

I move among your texts collected here and I like to think of them as clouds, random sets of words that, following certain linguistic rules, seem to have been fixed for a particular moment. If the clock were ticking again, I can almost see how the playful words would race to regroup and thus represent new ideas. Carolina and Josep have gathered these random traces, with the eagerness and love of collectors, into four categories as follows: 21 have been placed in the chapter “Formation and travelling companions”; 41 in “Texts that generate projects”; 19 in “Divergences” and 26 in “Words, verbs and a poem”. In total, more than a hundred texts of diffuse contours formed by patches of words that jump from one to the next, carrying ideas back and forth, causing them to mutate in the displacement. The breeze on the face and some salt adhering to the corners of the lips. Wet feet out of the obstinate swaying of the waves sink into the sand as you walk. I have always had the feeling that your architecture, drawn, built or written, was a walk along the Mediterranean on an autumn afternoon. Useless to try to measure it. Absurd to perceive, explain or transmit it by means of rules or previously established conventions. Like this sun that resists the weight of winter, conceived to be felt. The words you left behind, now gathered together in this essential book, acquire the strength and presence that they did not get separated. I try to collect them in the act of reading and they stick to me like saltpetre, resonate between my footsteps with the drum of the waves and remain suspended in time like music boxes that are impossible to stop. I would only like to approach architecture through them.

Me muevo entre tus textos aquí recogidos y me gusta pensar en ellos como manchas, conjuntos azarosos de palabras que, siguiendo unas reglas lingüísticas determinadas, parecen haber sido fijados por un momento concreto. Si el reloj anduviese de nuevo, casi puedo ver como las palabras juguetonas correrían a reagruparse y representar así nuevas ideas. Carolina y Josep han reunido estas manchas de azar, con oficio y amor de coleccionista, en cuatro categorías de la siguiente manera: 21 han quedado instaladas en el capitulo “Formación y compañeros de viaje; 41 en “Textos que generan proyectos”; 19 en “Divergencias” y 26 en “Palabras, verbos y un poema”. En total, más de cien textos de contornos difusos formados por manchas de palabras que saltan de uno a otro, llevan ideas de aquí para allá propiciando que estas muten en el desplazamiento. La brisa en la cara y algo de sal adherida a la comisura de los labios. Los pies mojados por el vaivén obstinado de las olas se hunden en la arena al caminar. Siempre he tenido la sensación de que tu arquitectura, dibujada, construida o escrita, era pasear junto al Mediterráneo una tarde de otoño. Inútil intentar medirla. Absurdo percibirla, explicarla o transmitirla mediante reglas o convenios antes establecidos. Como este sol que resiste el peso del invierno, concebida para ser sentida. Las palabras que dejaste, reunidas ahora en este libro imprescindible, adquieren la fuerza y la presencia que aisladas no alcanzaron. Intento recogerlas en el acto de leer y se adhieren como el salitre, resuenan entre mis pisadas con el tambor de las olas y quedan suspendidas en el tiempo como unas cajas de música imposibles de parar. Ya sólo quisiera acercarme a la arquitectura a través de ellas.

I have tried to stop time and thus delay this moment but, with little success, I have gradually reached the end of this road. Your recovered presence has accompanied me for a couple of months, maybe three. A book in my backpack, from here to there, then leaning on this table, sometimes on the small one next to the corner. Just as your collages sought to fix certain ideas in one place, I see your words, the memories they awaken in me (some real, others dreamt) installed in this room. I feel vertigo. Vertigo at finishing the book, putting it back on the shelf and thinking that I will not meet you again, that you will not share more ideas. You said you were eager to start a project, develop it, and eventually move it. To make its intrinsic laws help modify a new improvised context and thus never finish it, because we architects never finish projects. We cannot. I think I finally understand those words. I still have seven short texts and a poem to read, but I close the book for now with this little buried treasure and continue to walk around this circular path. In the hope of opening it, one day, and find your words settling in me a new place to grow.

He intentado detener el tiempo y así retrasar este momento pero, con escaso éxito, poco a poco he ido llegando al final de este camino. Tu presencia recuperada me ha acompañado durante un par de meses, quizá tres. Un libro en la mochila, de aquí para allá, luego apoyado en esta mesa, a veces en la pequeña junto al rincón. Al igual que tus collages perseguían fijar ciertas ideas en un lugar, veo tus palabras, los recuerdos que me despiertan (algunos reales, otros ensoñados) instalados en esta habitación. Siento vértigo. Vértigo a terminar el libro, colocarlo de vuelta en la estantería y pensar que no volveré a encontrarte, que no volverás a compartir más ideas. Decías que ansiabas comenzar un proyecto, desarrollarlo y, eventualmente, cambiarlo de lugar. Hacer que sus leyes intrínsecas ayudaran a modificar un nuevo contexto improvisado y así no terminarlo nunca, porque nosotros, arquitectos, nunca terminamos los proyectos. No podemos. Creo que entiendo, al fin, el sentido de estas palabras. Aún me faltan siete textos breves y un poema por leer, pero cierro por ahora el libro con ese pequeño tesoro enterrado y continúo dando vueltas por esta senda circular. Con la esperanza de abrirlo, algún día,  y que tus palabras encuentren en mí un nuevo lugar en el que crecer.

Jose Saramago concludes his book “Raised from the Ground” with an image of extraordinary power. The dead, rooted to the land they have always worked, rise in silence, the patient silence of the peasant who works, to join a procession of the living on the way to a revolution doomed to fail. Playing again with your words convinces me of the need to continue in that direction.

Concluye Jose Saramago su libro «Levantado del Suelo» con una imagen de extraordinaria potencia. Los muertos arraigados a la tierra que desde siempre han explotado se levantan en silencio, ese silencio paciente del campesino que trabaja, para unirse a una procesión de vivos en los derroteros hacia una revolución condenada a fracasar. Jugar de nuevo con tus palabras me convence de la necesidad de continuar en esa dirección.

See you on the road,

Nos vemos en el camino, 

HA